apuntes del camino

Hace unos días me encontré con una noticia que me sorprendió, y después de buscar un poquito más de información en internet, creo que es interesante de comentar, ya que a muchos os sorprenderá.

Se trata de un nuevo avance en el mundo de la tecnología, en concreto de la telefonia movil.

Cuando pensamos que la comunicación olfativa había quedado "demasiado primitiva" para la raza humana, el teléfono movil oloroso salta al mercado.

Supongo que, para los que como yo, no estamos demasiado al día de las ultimas novedades en mensajes multimedia y nos sentimos perdidos entre tanto politono y descarga interactiva, sonará a ciencia ficción, pero la verdad es que actualmente existen modelos de movil con esta tecnología incorporada.

Los prototipos ya han sido probados en Japón, y constan de un movil conectado a un vaporizador de olores, que va cargado con unos cartuchos olorosos. El vaporizador descarga un perfume o otro dependiendo de la orden que reciba del telefono movil vía infrarrojos, así pues, podemos recibir "olores" por sms, o crear nuestra propia "playlist" olfativa.

Pero tanto aparato resulta un poco incómodo de acarrear, y después de observar el éxito conseguido por el "vaporizador Japonés", varias compañías Europeas han decidido patentar el invento y ponerse manos a la obra para sacar un teléfono con el vaporizador incorporado.

Es el caso de una compañía alemana, que ya está trabajando en un nuevo chip que permitirá al movil detectar y seleccionar entre 100 olores distintos. Con este chip, podremos activar la opción de "oloroso" en nuestro teléfono, y "oler" las llamadas o mensajes.

Supongo que tal invento da pié a muchisimas ideas, y muchos nos estaremos preguntando qué tipo de "perfume" podremos enviar a través del móvil, ya sea para comunicar algo bonito (mandando un sms/rosa), despertarnos por la mañana (poniendo el despertador con olor a café) o gastar una broma (enviar un pedo telefónico).

Bueno, dejo que vuestras imaginaciones vuelen solas, y ya veremos qué nos deparará el futuro. Hasta el momento parece que nuestra vida diaria se asemeja más a lo que hace unos años definian como "el siglo veintiuno".